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El Club Juventud y su fuerte identidad pedrense homenajea a todos los abuelos y abuelas

En un día lleno de significado, marcado por el natalicio de Artigas, el día del árbol y el día de los abuelos y abuelas, el Estadio del Club Juventud se convirtió en escenario de un emotivo acto de reconocimiento. A las 11 de la mañana, el Presidente del club, Yamandú Costa, y el Presidente de Honor, Marcos Carámbula, en homenaje a Nelson de Armas, se encontraron para plantar una Anacahuita en las instalaciones.

Este gesto simbólico representa un tributo no solo a Nelson De Armas, sino también a todos aquellos que han contribuido a hacer del Club Juventud una gran familia. El presidente Costa rememoró cómo durante muchos años Nelson observaba los partidos desde abajo de la Anacahuita, ubicada detrás del arco que da al barrio Obelisco. Ese era su lugar de siempre, desde donde brindaba su apoyo y seguía de cerca la trayectoria del club.

La iniciativa de rendir homenaje a Nelson De Armas surge del deseo de Marcos Carámbula de trabajar en la identidad y el reconocimiento de los históricos del club. Pero la elección de la familia De Armas como ejemplo va más allá de su destacada participación en el club. Se remonta al primer De Armas, tatarabuelo y golero, seguido por el bisabuelo, que fue puntero derecho y dirigente. Luego vino “el flaco” De Armas, jugador de Juventud, con quien compartieron sueños, ideas y los últimos momentos de su vida, siendo un luchador que estuvo presente durante la etapa de Marcos. Costa también menciona a Quique De Armas, compañero en la cancha, golero y debutante técnico en la liga universitaria. Su presencia fue fundamental en los momentos difíciles que enfrentó el club.

El presidente del Club Juventud continúa relatando cómo, a pesar de las limitaciones económicas y materiales, el espíritu de los De Armas los impulsó a superar obstáculos. Recuerda cómo, en 2012, lograron el primer ascenso del club y se plantearon un ambicioso objetivo: la construcción del estadio y un proyecto de shopping. Todo esto fue parte del camino recorrido hasta el día de hoy.

La emoción se hizo palpable cuando el presidente mencionó a Guille De Armas, actual técnico de la formativa del club, quien lideró al equipo a obtener el primer puesto en la sub-20, compitiendo contra renombrados equipos como Peñarol, Nacional, Defensor y Danubio. El orgullo de tener nuevamente a un De Armas en el club se ve reflejado en su desempeño como exjugador, técnico juvenil y actual técnico del primer equipo. Además, Costa destaca que el 80% de la plantilla de primera es producto de la formación del club, lo que demuestra el impacto de su proyecto.

En un momento cargado de gratitud, el presidente agradece a la familia De Armas y a todos los que han formado parte de la identidad del club. Reconoce la valiosa iniciativa de Marcos Carámbula y de los compañeros históricos que han dejado su huella en el camino del Club Juventud. Se enfatiza la importancia de valorar el pasado para saber de dónde proviene el club y poder trazar su rumbo hacia el futuro.

La Anacahuita plantada hoy es el primer reconocimiento a estos históricos, pero se espera que en su base se sumen muchos más nombres de aquellos que han dejado una huella imborrable en la historia del club. El árbol, símbolo de fortaleza y arraigo, se convierte en un testigo de los logros alcanzados y un recordatorio de que sin raíces sólidas, ningún club puede resistir las adversidades.

“Árbol sin raíces no aguanta parado ningún temporal”, sostuvo Costa.

En definitiva, este acto emotivo en el Estadio Parque Artigas reafirma la importancia de honrar y valorar a aquellos que, con su dedicación y esfuerzo, han construido la identidad y el espíritu de una gran familia llamada Club Juventud.