Columna del Vicepresidente de la Junta Departamental de Canelones, Edil. Yamandú Costa.
El 26 de marzo de 1971 yo tenía apenas 5 años, recuerdo aquella multitud, un mar de gente.
Fue el acto político más grande de la historia uruguaya (hasta ese momento). Llegamos desde el campo, de la mano de mis padres. Nos fuimos mezclando entre la gente.
No hay palabras para describir la alegría y algarabía que tenían aquellas personas …
“ganamos, ganamos “decían, sin lugar a dudas toda aquella gente en la calle era un indicador de que el Frente nacía como respuesta popular a la fuerte necesidad de revertir el momento político y económico que vivía nuestro país.
Como niño recuerdo los abrazos, las lágrimas en los ojos de los adultos, los febriles aplausos y aplausos de las mujeres y hombres emocionados ante cada discurso.
Me solté de la mano de mi madre, y explorando aquél mar de gente feliz y eufórico, me perdí. Todo me llamaba la atención… árboles grandes, banderas, familias, pero no me di cuenta que me había perdido, me sentía bien.
Cuando desde los parlantes anunciaron que un niño estaba perdido alguien me arrimó al estrado y ahí mi tío el “ficha” Costa, que era fotógrafo de El Popular me dijo “agárrate de la escalera y no te muevas“, una escalera de madera que usaban los fotógrafos para encontrar su mejor ángulo.
Tiempo después, y hasta hace poco, algunos veteranos compañeros del Frente decían “este es el hijo de Marta y Neningue que se perdió en el acto del 26”… aunque yo, en ningún momento, me sentí perdido.
Ese día volvimos a casa cansados y felices. Como recuerdo llevábamos un sombrerito de espuma plast (uno solo porque eran caros) con una cinta de papel roja azul y blanca, la bandera del Frente que había hecho mamá y como recuerdo máximo la insignia de bronce del FA, que conservó mi familia por siempre.
La inspiración de la revolución cubana fluía por toda América, la guerra civil española afianzaba la convicción de REPUBLICA, la necesidad de una salida política pacificadora al momento difícil que vivía nuestro país, y con la UNION de los movimientos sociales y políticos en Uruguay se logró la concepción y el pueblo parió algo UNICO en el mundo: el FRENTE AMPLIO.
Muchas crisis soportó el Frente desde su nacimiento; persecución, clandestinidad, exilio, prisión y muerte sellaron a fuego el compromiso y heroísmo de su gente.
De cada crisis el FA salió fortalecido, la UNIDAD ha sido su principal fortaleza, porque en aquel acto se comprendió que su principal consigna era UN PUEBLO UNIDO JAMAS SERA VENCIDO.
Hoy 50 años después, estamos viviendo otra crisis, la de tener un FA desmovilizado, que no tiene iniciativa, que no propone, falto de estrategia para defender lo logrado y recomponerse como fuerza constructiva de oposición.
Estoy seguro y trabajaremos para que este nuevo momento histórico nos encuentre UNIDOS, convencidos de nuestra capacidad de reinventarnos, de renovarnos, pero fundamentalmente volviendo a las raíces fundacionales de sentir al Frente desde adentro, desde lo más profundo. De esa forma, compañeros y compañeras, estaremos cumpliendo con el legado de aquellos que ya no están y de cuyas manos tomamos la bandera.
Fuimos, somos y seremos una fuerza constructora
