En medio de una serie de denuncias que han puesto al Poder Ejecutivo bajo la lupa en las últimas semanas, una nueva controversia ha surgido en torno al presidente Luis Lacalle Pou. Esta vez, se trata de la firma de la venta de un predio estatal de 7,5 hectáreas en Punta Ballena, sobre la Ruta 10, al empresario brasileño Alexandre Grendene Bartelle. El magnate, cuyo éxito empresarial es ampliamente conocido, ha estado vinculado al presidente uruguayo debido al préstamo de su avión privado.
Grendene Bartelle, nacido en enero de 1950 en Brasil, es un reconocido empresario con un próspero historial de éxito. En 1971, junto a su hermano, comenzó un emprendimiento en la fabricación y venta de calzado que eventualmente se transformó en un imperio. Su empresa, el Grupo Grendene, distribuye marcas de renombre como Melissa, Ipanema y Rider, entre otras, y su valor ha sido estimado en 2.000 millones de dólares por la revista Forbes.
La controversia surgió cuando el periodista Eduardo Preve reveló que el empresario brasileño, quien presta su avión privado al presidente Lacalle Pou, adquirió un predio estatal de gran extensión en Punta Ballena, y lo sorprendente es que la firma de la venta fue realizada directamente por el propio presidente de la República. Grendene Bartelle pagó la suma de 120.000 dólares por la propiedad, mientras que estimaciones de inmobiliarias locales valoran el terreno en alrededor de 750.000 dólares, generando interrogantes sobre la diferencia significativa entre el precio de compra y su valor de mercado.
El empresario brasileño, además de sus logros en el mundo del calzado, es conocido por sus inversiones en diversas industrias, desde el acero hasta la producción de etanol y petroquímicos. Posee propiedades en varios estados de Brasil y también en Uruguay, y es propietario de embarcaciones y al menos un avión, según los registros de Forbes.
Además, en 2007, recibió las llaves de la ciudad de Punta del Este, según informó el diario La Nación de Argentina, destacando su influencia en la región. Se ha reportado que Grendene Bartelle pasa sus fines de semana en dos mansiones en el exclusivo barrio Beverly Hills de Punta del Este, uno de los más lujosos de la zona.
Por último, cabe mencionar que miembros de su familia ganaron una considerable fortuna en el casino hace algunos años, lo que se convirtió en un hecho mediático destacado en las coberturas de verano en la región. La controversia en torno a la venta del predio estatal a Grendene Bartelle sigue generando interrogantes y aumenta la presión sobre el Poder Ejecutivo, en medio de una serie de denuncias que mantienen al gobierno en el centro de la atención pública.
