Uno de los representantes de la central sindical en el comando de la Comisión Nacional por el Sí a la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), José Olivera, sobre el cierre de la campaña, su desarrollo en el interior y el Uruguay del futuro.
¿Qué evaluación hace de la campaña que hizo el PIT-CNT junto al resto de las organizaciones que apoyan la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC)?
Con muchas expectativas, obviamente, en la recta final de un proceso ciudadano que ha involucrado más de un año. El sábado dimos inicio a algo que hemos denominado Movete por el Sí, que reúne un conjunto de actividades hasta hoy en distintos puntos del país con distintas características y con mucho de impronta territorial en función de las realidades concretas que tenemos no solamente en Montevideo. Tenemos varios interiores en nuestro país, que no es uno solo, y que ha demostrado una gran respuesta por parte de la militancia que se ha apoderado de esta iniciativa ciudadana que, obviamente, queda más que claro que ha trascendido por fronteras políticos-partidarias.
Estamos en un escenario de presencia muy similar a lo que fue el cierre del proceso de recolección de firmas (en los primeros días de julio del año pasado) y a su vez con una expectativa enorme entorno a este trabajo que se hace casi de hormiga de llegar en cada pueblo y/o en cada ciudad a los barrios, a las manzanas, al intercambio puerta a puerta, mano a mano, con la ciudadanía que todavía tiene, lamentablemente, algunos elementos de desinformación bastante importantes no solamente sobre el contenido de la LUC, sino incluso sobre las características del propio referéndum.
En estos días hemos visto a lo largo y ancho del país decenas de miles de militantes, esos militantes anónimos, los imprescindibles diríamos nosotros, que llevan sobre sus hombros esta campaña, como ha sido básicamente desde el día uno, convencidos de que tienen una iniciativa ciudadana, que tienen mucho que argumentar, que los argumentos están volcándose en ese contacto con la ciudadanía y que están expectantes de un escenario donde todo aparenta un final reñido donde hay un alto porcentaje de indecisos que son el centro del objetivo que estamos marcándonos.
Usted mencionó la campaña desarrollada en el interior de Uruguay, ¿la misma cubrió las expectativas?
Creo que superó las expectativas y aquí hay fenómeno que se vuelve a reiterar tal cual aconteció en el proceso de recolección de firmas: uno siempre tiene la apuesta, obviamente, por su peso electoral en el conjunto de departamentos que constituye todo el territorio recostado sobre el río Uruguay, el río De La Plata y el océano Atlántico, pero también nos ha sorprendido la importante movilización en otros puntos del país, tanto en la frontera norte como en el centro. Si uno mira lo que fue el acto del jueves pasado en pueblo Centenario (Durazno) es una demostración clara de cómo están haciéndose las cosas y a nosotros nos parece que ahí puede estar sin lugar a dudas el diferencial.
Nosotros hemos hecho mucho hincapié en esta campaña con romper con el centralismo montevideano o por lo menos con el centralismo metropolitano, pero también hemos advertido que muchas veces ese centralismo Montevideo-interior o Área Metropolitana-interior se reproduce a la interna de los propios departamentos en la capital y resto del departamento; de allí es que haya sido una línea estratégica clave desarrollar, más allá de actividades en las capitales departamentales, actividades sistemáticas masivas en términos de llegar a la gente también en los pueblos y ciudades del resto delos departamentos. Esto fue un criterio que se estableció para los 19 departamentos del país.
¿Están conformes con el nivel de discusión que han tenido los artículos?
Nosotros hicimos un esfuerzo titánico desde el día uno por centrar (la discusión) en dos ejes que fueron primordiales y seguirán siéndolo hasta el domingo: uno es brindar la mayor cantidad de información posible y ese esfuerzo se coronó en el proceso de recolección de firmas y se profundizó luego de confirmado el referéndum, y el segundo fue el metodológico, es decir el mano a mano con la gente. Aquí no se buscó intermediarios ni hubo una apuesta a agencias de comunicación ni a medios de comunicación, aquí se apeló al conocimiento, a la experticia ya la capacidad de movilización de enormes contingentes de hombres y mujeres de las más diversas organizaciones que tienen un conocimiento y una cercanía en los territorios que ha facilitado muchísimo establecer el diálogo con la sociedad. Por lo tanto, este ha sido un diferencial importante.
Después, si se debatió o no ya a esta altura es casi anecdótico. Es claro que no todos los actores tuvieron la misma posición con respecto a dar elementos de información a la ciudadanía, dar elementos con argumentos que contribuyeran al debate; algunos, incluso, cayeron en la descalificación burda y gratuita que para nosotros no merece comentarios. Seguiremos hasta el domingo empecinados en que esto es un debate ciudadano, que la ciudadanía tiene que estar informada ante la instancia que le toca ser protagonista. De ese rumbo no nos vamos a desviar.
¿Cómo se imagina el día posterior a la elección?
Pensando en el Uruguay del futuro, donde seamos capaces los distintos actores que interactuamos en la sociedad de generar las condiciones y la forma que nos permita encontrar un conjunto de contenidos que den respuestas a los problemas que tiene la gente. Es decir, pensando en un Uruguay que incluya a todos y que no deje a nadie al costado del camino.
Esa es la gran responsabilidad que tenemos a partir de la propia mañana del lunes sea cual sea el resultado porque en definitiva de lo que se trata es de construir un mejor Uruguay para todos.
