“Sé que han tenido un proceso espectacular e inmaculado con el maestro y queremos ayudar a seguirlo”.
Tras su designación para el cargo la pasada semana, Diego Alonso brindó este fin de semana su primera entrevista como entrenador de la Selección Uruguaya. El nuevo técnico de la Celeste, que desde hace meses está radicado en España, conversó vía zoom para AUF TV donde comentó los pasos que ya está dando, la importancia de contar con el profesor Ortega, la relación con los futbolistas, cómo notó a los jugadores y su perspectiva para las cuatro fechas finales de esta Eliminatoria.
Alonso valoró que el Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) “cuidó mucho las formas” a la hora de la designación. “Cuando se decidieron por mí fue una alegría inmensa. Es la distinción máxima para un entrenador representar a su país. Es una sensación increíble y me siento muy motivado y convencido de la capacidad del staff de trabajo y, por sobre todas las cosas, del potencial de los jugadores para darles herramientas y que puedan fluir para que Uruguay esté en el Mundial”.
Sus características como entrenador
“Me defino en primer lugar como pasional; tengo pasión por lo que hago. Más allá de lo que pueda llegar a verse a nivel táctico, me defino como pasional. Siento y transmito el fútbol de esa manera. Tiene que ver con convencer al staff y a los jugadores y sobre todo hacerlos partícipes. Cuando uno los hace partícipes es más fácil defender la idea”.
La presencia del profe Ortega
“Darío Rodríguez y Gabriel Raimondi serán los asistentes técnicos, Guillermo Souto el preparador físico, Guilherme Rodrigues el fisiólogo, Carlos Nicola como entrenador de arqueros, más dos o tres analistas que se están evaluando y la colaboración del profe Oscar Ortega, por la que agradezco al Atlético de Madrid y a Diego Simeone por permitirlo. Su llegada viene gestándose hace mucho tiempo. Cuando en mi cabeza empezó a rodar que quizás en algún momento podía dirigir a la selección le dije: ‘El día que vaya a la selección quiero que me acompañes’. Hace dos años. Aclaro que no lo hice públicamente porque no correspondía. No hay una sola nota en la que yo diga que quiero dirigir a la selección. Me parece una falta de respeto decirlo habiendo alguien en el cargo. Pero en mi cabeza estaba que en algún momento podía pasar y empecé a trabajar para eso y a prepararme, hablando con muchos entrenadores, preparadores físicos y jugadores de selecciones. Fui buscando generar un método para, a la hora de llegar, estar a la altura de la circunstancia. En ese proceso la iba diciendo: ‘Mirá que el día que me toque, te invito’. Me llegó el momento y lo invité. Le dije: ‘Quiero que me acompañes. Tengo el cuerpo técnico armado pero quiero que vos seas parte de esto porque Uruguay en este momento necesita de los mejores y vos sos el mejor del mundo. Uruguay necesita que vos estés’. Lo aceptó y para mí es un orgullo que alguien que trabaja en el cuerpo técnico de Simeone, a alto nivel, me elija también para compartir con él un momento”.
Las charlas con los futbolistas
“Esas charlas (las que está teniendo con los futbolistas en Europa) pasan por el conocimiento y por entender a la persona. Con algunos hablé tres o cuatro veces. Más allá de que somos entrenadores tenemos que conocer al otro para transmitir y para saber las necesidades el otro. Después transmitir la idea futbolística o lo que uno piensa de cómo podemos llegar a jugar. Pero sobre todo, transmitir las sensaciones que uno tiene al verlos. Cada vez que tengo una charla con ellos, más seguro estoy de la decisión que tomé y pienso que la clavamos con la decisión de estar acá porque son unos fenómenos. Estaremos todas las semanas arriba de los futbolistas haciéndoles sentir que son jugadores de selección siempre. Sé que han tenido un proceso espectacular e inmaculado con el maestro y queremos ayudar a seguirlo. Y si podemos darle impronta nuestra, mucho mejor. Estamos entendiendo el legado que ha dejado el maestro en un montón de situaciones de organización, de valores y de respeto, y queremos hacerlo de la misma manera. Percibí energía positiva y humildad de parte de los jugadores que tienen más jerarquía y los que menos. Uno percibe el apoyo incondicional y se da cuenta cuando le hablan del corazón. Es tremendo lo que sienten estos chicos por su selección, increíble. Tienen una pasión y un amor por la selección que es espectacular. Estamos muy felices y convencidos de que, si hacemos las cosas bien, todos juntos vamos a estar en el Mundial”.
La situación en la tabla
“Es sabido que los resultados mandan y que la urgencia está. Si tengo que firmar que ganamos los 12 puntos jugando mal, lo firmo, pero también hay un camino. Hay poco tiempo de trabajo para replicar algunas cosas que nos gustan pero tenemos jugadores de altísima calidad que juegan al más alto nivel y se pueden adaptar fácilmente al desarrollo de las ideas. Entiendo que para poder ganar es más fácil jugar bien. No hablamos de bonito ni de lindo, sino de determinados comportamientos que nos ayuden a repetir y a saber por qué estás ganando. Uno cuando sabe por qué gana es más fácil repetirlo. Y te das cuenta, cuando lo hiciste mal, por qué perdiste”.
El armado del plantel
“Hay cuatro puntos fundamentales para la citación de los jugadores. Uno es la historia de los jugadores con la selección. Uno no puede obviar el historial cuando lo va a elegir. El rendimiento de los últimos seis meses del jugador en la selección y en su club, y sobre todas las cosas la performance del último mes. Tiene que haber una regularidad; no porque un futbolista tenga un mes bueno es citable. Quizás puede pasar, pero son elecciones y más allá de que hay un grupo muy selecto, van a entrar y salir jugadores. Quizás necesitemos a alguien para un partido puntual. No estamos cerrados a que eso suceda. Entiendo que en la selección deben estar los mejores y los mejores se transmiten con el rendimiento en la cancha. Estamos monitoreando entre 60 y 70 jugadores. Después haremos un filtro y nos centraremos entre 40 y 45 para después hacer la preselección”.
